¡¡DEJÁ PROPINA ANTES DE IRTE!!

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febrero 15, 2014

INSPIRACIÓN

¿Cómo me ocurre el momento de oro de la inspiración?


Primero todo pasa casi imperceptiblemente. La inspiración empieza a ocurrirme como una nueva forma de ver la realidad. Empiezo a ver conductas humanas, patrones de pensamientos, argumentos existentes o inexistentes que solventan estructuras conductuales o de procedimientos que de un momento al otro me doy cuenta me molestan, que siempre me molestaron pero recién en ese momento soy consciente de ello. Y así, empiezo a ver eso una vez, dos veces, varias veces al día, en distintas personas, en distintos medios, en distintos organismos y circunstancias. Como si fuese una teoría que tiene la aplicabilidad propia de una fórmula matemática que en el fondo está equivocada. Entonces empiezo a sentir cómo mis alas despegan y me hacen flotar en una esfera de inspiración. Lo sigo viendo, llego a vivir esa falacia como un karma que me hostiga a diario. Hasta que un día, a toda esa intensidad del sentimiento subversivo la veo clara y tangiblemente, como en una bola grande justo frente a mí. Y no tengo más que sentarme a escribir todo lo que esa bola crístalo-magnética me inspira; fluyen las palabras, los pensamientos, las frases, como gritos de desahogo. En ese entonces la inspiración pasa a ser algo obvio, algo que estaba adentro mío dormido sin atención. Por lo que deduzco que en cada inspiración me conozco un poco más, y llevo a la realidad consciente algo que antes permanecía expectante por salir en el inconsciente.