COM!C.PROSAIKO
Según el folclore popular un verdadero argentino nace a partir del mate y el ‘fúlbo’.
¿Qué es el mate sino la bebida nacional? Un elemento validado para reconocer a un argentino verdadero en cualquier parte del mundo. Donde sea que esté, e independientemente de la sed, el argentino autóctono siente imperiosas ganas de tomar mate a diario e incluso varias veces durante el día.
Pese a no estar contemplado en la ley, los apóstatas delicados a quienes les ocasiona malestares estomacales son insolentes transgresores del gen argentino que atentan con nuestra identidad y patriotismo.
¡Todos tomamos! A los bebés se les da mate de leche, a los niños mate dulce y a los grandes el amargo bien caliente. Más sano que tomar la ‘Coca yankee’, como tomar agua pero más rico.
¿Qué importa que los uruguayos tomen tanto, tanto mate que lleven el termo debajo del brazo todo el día? El mate es sólo nuestro y es tan bueno que otros nos quieren imitar.
Otra prueba de argentinidad irrefutable es el ‘fulbo’ que como deseo deportivo es una pura manifestación de virilidad argentina. Es una patente oficial de nuestro patrimonio histórico y cultural desde siempre.
Todos lo saben; el rugby es para primitivos exagerados, el tenis para delicados, el vóley para chicas y todo lo demás para impostores ‘yankees’ camuflados o ricos imperialistas.
¡Ningún mundial deportivo ni competición en general nos importa en lo más mínimo salvo los que tienen que ver con el ‘fulbo’ masculino!, a menos que ganemos en otra cosa, claro está.
Poco importa que el mismo haya sido importado por los ingleses a fines del siglo XIX… pasando por alto este ínfimo e insignificante detalle, el ‘fulbo’ es un legítimo que habla de nuestra esencia más pura y nos une en un mismo sentir nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario