¿POR QUÉ “CASI HUMANO”?

“Casi Humano” es uno de mis juegos de palabras en el cual, antes de hablar de mí, se habla del que lo está leyendo. Al tratar de entender el porqué del nombre lo que en realidad se hace es poner en manifiesto la ubicación y armas evaluativas.

Podemos decir que en la escala de especies están los animales, luego los seres humanos y seguido los ángeles. Un “Casi Humano” visto desde el punto de vista de un animal es un animal que superando sus capacidades se parece a un ser humano verdadero. Un “Casi Humano” desde el punto de vista de un ángel es un ángel que degrada sus perfectas capacidades hasta parecerse a un ser humano. Y desde el punto de vista de un ser humano un “Casi Humano” conlleva a la ambigüedad de ser usado como sinónimo de inhumano o como sobrehumano.

Todo depende desde qué lado lo mires, ese “casi” puede ser hacia arriba o hacia abajo; hacia adelante o hacia atrás. Como cuando el 98 y el 102 lo redondeamos en 100; entonces ambos números son casi 100 y todo depende si usamos una escala ascendente o una descendente. ¿Por qué utilizar solamente una ascendente? ¿Por qué no mirar desde arriba y cada vez a mayor altura?

Entonces “Casi Humano” es un portal que abre el juego a la introspección.

De todas formas, todas estas definiciones, por distintas y hasta excluyentes que sean entre sí, me nominan. Me definen como un ser fluctuante y lleno de contrastes. Alguien que puede ser tan emocional al punto de la sensibilidad estúpida y la trasparencia de su integridad lo delatan; y al mismo tiempo puede ser tan puramente racional que, como insensible dictador, no tiene contemplación alguna por los errores. Dos energías antagónicas que convierten mi introspección en una constante explosión química que todo el tiempo necesita cambiar para alcanzar estabilidad. Dos fuerzas que viven en guerra en mi interior y no me dan paz o silencio mental. Todo es producto de esos, mis padres y productores de contrastes, de los cuales me encuentro orgulloso de ser portador.