14
de julio de 2012
Cuentos
del País de los Sueños (Siempre&Constante)
Veo mi brazo izquierdo en la trasparencia de mi esencia en una
dimensión de absoluta oscuridad. Cada músculo es como una masa invisible que se
evidencia por destellos brillantes en rojo vivo. El tramado del tejido muscular
ilumina el ambiente acompañado de otras fluorescencias. Mis arterias y venas
como ríos de fluidos luminosos le dan color azul y blanco al ambiente de forma
pulsátil. Mi piel está cubierta por lo que pareciera polvo de ideas, el cual le
agrega a todo un tramado cósmico.
Cuando alcanzo a contemplar mi mano veo cómo un intenso fuego cubre la
totalidad de la palma. Para mi sorpresa no estoy asustado, ni siento que el
fuego me queme. Al contrario, veo cómo el fuego coexiste con los destellos de
mi alma y no es como si la llama saliera de adentro mío sino que es algo que me
ha sido otorgado.
Ese tinte de originalidad, sellado por el esplendor de tus palabras. La articulación precisa para las palabras adecuadas, y sin duda ese destello de personalidad que le da vida a cada una de tus oraciones, a cada párrafo.
ResponderEliminarSoñar así, es mucho más fácil...