¡¡DEJÁ PROPINA ANTES DE IRTE!!

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julio 26, 2014

ALAS A MEDIA ASTA

6 de julio de 2014
Experiencia Abstracta
Diálogos con el Silencio


En el rincón más discreto y pequeño; parado, sentado, apoyado sobre el mostrador, inquietamente sereno; veo manos alzarse, escucho la música, la siento retumbar en mi cuerpo, veo luces y flashes; risas, gritos envalentonados y preguntas del repertorio; paradójico momento y lugar para “tormentar”.
Ni el jolgorio ni el frio pueden silenciar mi silencio.

La lluvia y yo tenemos cierta complicidad emocional, siempre vamos al unísono. Si bien hubo algunos diferidos, no puedo negar que la necesito para escucharme mejor, para sentir que cada palabra que pienso me sincera.


Nada más humillante para un creativo que ver una de sus obras siendo “sacrilegiada”.
¿Quién va a saber sino el mismo diseñador cómo se utiliza, cómo se combina, cómo se complementa, cómo se acompaña y cómo se desdobla su propia obra? No sólo es gráfico, ¡también es impronta y concepto!

Me siento sucio, me siento violado; te veo y no puedo evitar sentir lastima y desprecio, bronca… desearía nunca haberte creado. No puedo verte tan devaluado. Me duele a la vista, me duele mi creatividad. Eras de mí pertenencia, yo te cree… ahora te veo y no puedo sentir orgullo.
Hoy por primera vez en mi vida me arrepiento de una creación. ¡Qué ingrato es el ordinario! ¿Quién valora realmente lo bello y lo estético? ¿Quién comparte conmigo ese amor?

Me declaro la némesis de la realidad. ¿Esto es crecer? ¿“caer” en la realidad? ¿“caer”? Qué duro es caer en la realidad, qué duro es “crecer”… mi fantasía no lo puede soportar, no puedo soportar tanta realidad sin llorar. Parí algo que me fue robado.

Creo que es más fácil darme por desubicado y decir que este no es el mundo de las ideas y el diseño, pero eso me estaría insultado como ser creado.
No se puede diseñar donde sólo hay caciques, no se puede proyectar donde todos saben sin saber.



Me calma imaginar balas de plumas comprimidas, que al disparar se convierten en una explosión de plumas de colores… dirigidas a cada una de las aristas de mi concepto, cada uno de los elementos del carácter de mi creación. Me calma, plumas de colores que tapan todo. Necesito olvidar esa idea y en su lugar poner la realidad, lo patético.

junio 07, 2014

SIN RESPUESTAS PERO SIN SILENCIO

Junio 2014
Experiencia Abstracta
Diálogos con el Silencio


No puedo parar de vivir en guerra. No puedo parar de atacarme a mí mismo en el minuto a minuto de cada uno de los 7 días de la semana, los 365 días del año. No puedo callarme el cerebro, no puedo dejar de autodestruirme y reconstruirme una y otra vez.
Siento que mi cerebro es un campo de batalla constante que no me permite la paz ni en silencio mental.

Tener un psiquismo tan hiperactivo, tan crítico y reactivo me posibilita desarmarme y armarme casi sin necesidad del exterior. Pero esto lejos de ser agradable tiene sus efectos colaterales. Mi vida interior tan rica pareciera ser la explicación perfecta para mi poco interés en relacionarme con otras personas. Todo me aburre y todo me parece “lento” o “superficial”; claro, porque todo lo comparo con el tremendo combate filosófico al cual estoy acostumbrado sostener conmigo mismo.

En mi cabeza tengo tantos puntos de vista, tantas opiniones diferentes, tantos alteregos contrapuestos que combaten constantemente, que el aburrimiento es algo que jamás me ha ocurrido, sí el cansancio mental, el agotamiento de la destrucción y reconstrucción constante, el agotamiento de la filosofía del cambio como parte de la rutina diaria. A veces ruego silencio mental hasta el punto de querer escaparme de mí mismo; pero obviamente eso nunca ocurre. Muchas veces ni siquiera las lágrimas consiguen frenarme.

El resultado de la guerra es un gran período de depresión martirizante seguida de ideas nuevas de remodelación y construcción. Pero el nuevo constructo nunca es lo suficientemente bueno y todo el proceso vuelve a comenzar. Es como si nunca me fuese suficiente, como si nunca terminara siendo tan yo como quisiera, como si siempre quedara trecho entre el yo que soy y el yo que quiero ser.
Yo solo me hago llorar, yo solo me odio y me amo, yo solo me peleo, me consuelo y me exijo cambios. Yo solo.


Si bien considero que el silencio mental es una forma de morir, también creo que el silencio mental a veces es salud y estabilidad. Y por eso es que soy lo menos estable que hay, vivo en combustión permanente, implosiono con cada cosa que veo. Las dudas, la confusión, la inexistencia de respuestas concretas me incendian la psiquis y me trastornan la personalidad. Quiero paz, quiero descanso, quiero que haya alguna forma de poder callarme el cerebro, de apagarlo y vivir libre del quilombo neuronal. Ayuda por favor, ¡AYUDA!

febrero 15, 2014

INSPIRACIÓN

¿Cómo me ocurre el momento de oro de la inspiración?


Primero todo pasa casi imperceptiblemente. La inspiración empieza a ocurrirme como una nueva forma de ver la realidad. Empiezo a ver conductas humanas, patrones de pensamientos, argumentos existentes o inexistentes que solventan estructuras conductuales o de procedimientos que de un momento al otro me doy cuenta me molestan, que siempre me molestaron pero recién en ese momento soy consciente de ello. Y así, empiezo a ver eso una vez, dos veces, varias veces al día, en distintas personas, en distintos medios, en distintos organismos y circunstancias. Como si fuese una teoría que tiene la aplicabilidad propia de una fórmula matemática que en el fondo está equivocada. Entonces empiezo a sentir cómo mis alas despegan y me hacen flotar en una esfera de inspiración. Lo sigo viendo, llego a vivir esa falacia como un karma que me hostiga a diario. Hasta que un día, a toda esa intensidad del sentimiento subversivo la veo clara y tangiblemente, como en una bola grande justo frente a mí. Y no tengo más que sentarme a escribir todo lo que esa bola crístalo-magnética me inspira; fluyen las palabras, los pensamientos, las frases, como gritos de desahogo. En ese entonces la inspiración pasa a ser algo obvio, algo que estaba adentro mío dormido sin atención. Por lo que deduzco que en cada inspiración me conozco un poco más, y llevo a la realidad consciente algo que antes permanecía expectante por salir en el inconsciente.