Hoy siento que muero
todos los días; con cada decisión que tomo no hago otra cosa que morir. Morir a
experiencias, a conocimientos, a gente e incluso al propio ser. Morí a una vida
de arte el día que elegí Medicina. Morí a una vida de trotamundos el día que
elegí la cárcel universitaria. ¿Qué gané? ¿A cuántos Juanjos morí para ser
quién soy hoy? ¿Cuántos Juanjos nacieron cuando nací y cuántos quedarán vivos?
¿Estoy vivo?
Cómo me duele tener que
definir cosas en mi vida.
Cómo me duele sentir que
las palabras limitan lo que soy.
Cómo me duele sentir que
las definiciones limitan mis juegos.
Cómo me duele ver que
los límites se llevan el universo de posibilidades.
Cómo me duele darme
cuenta que algunas decisiones inevitablemente matan proyectos.
Cómo me duele no poder dividirme
en mil personas diferentes.
Cómo me duele sentir que
estoy limitado a un solo cuerpo, a una sola vida.
Cómo me duele sentir que
hay sueños que se apagan, futuros que desaparecen y oportunidades que pierdo.
Cómo me duele ser.
Cómo me duele morir.
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