ACARÍCIAME EL ALMA

3 de junio de 2011
Experiencia Abstracta
Diálogos con el Silencio

Una vez más caigo en el oscuro tormento de los por qué y en su hostil silencio de reclamos. Completamente absorto en mí mismo y fuera de la realidad, camino por inercia sorteando las sombras de los recuerdos que brillan en mi olvido cotidiano. Como una repetición compulsiva no dejo de pedir explicaciones al vacío de tu presencia.
-¿Por qué siempre todo a mi? ¿Por qué tanto dolor? ¿Por qué tantas pruebas? ¿Por qué permitiste tanto? ¿Por qué lo sigues permitiendo? ¿Por qué todos mis por qué?
Siento la necesidad de saber, como si las preguntas me quemaran por dentro hasta quedar ahogado en dolorosas lágrimas clamadoras de respuestas.
Entonces me veo contigo en aquel oscuro universo, vacío por la distorsión de mis ojos e iluminado por la tenue luz de los tuyos.
Allí, totalmente desarmado e indefenso postrado ante ti; con toda la humillación del pasado, las luchas del presente y los miedos del futuro; con mi alma totalmente desnudada por las razones de mis lágrimas.
Apoyo mi cabeza en tu regazo y me aferro a tus piernas, -Tan sólo necesito escucharte. Dale consuelo a mis preguntas o mejor tal vez ten piedad de mí y refútame, dime que estoy equivocado y ponle fin a la tortura.
Mi piel siente como mis lágrimas humedecen tu manto de pureza. Siento como tu mano me acaricia intentando desahogarme hasta yo quedar en sollozos que de a poco se van apagando.
Aturdiendo a la desesperación y llamando a la calma, el silencio toma posesión del momento sigilosamente.

Solos tú y yo en el inmenso vacío.

Sólo tú sabes consolarme… me calma sentir la soledad en tu presencia y los argumentos de nuestros silencios.